Esto es lo que le pasa a tu hígado si tomas miel todos los días

Este alimento contiene una gran cantidad de beneficios y propiedades para nuestro cuerpo y su consumo es apto para llevar una vida y alimentación saludable

La miel es una alternativa dulce y deliciosa al azúcar. Su sabor es también dulce, lo que le hace ser un excelente añadido a nuestros postres, yogures o batidos como edulcorante. Su consumo, asimismo, está recomendado en una gran cantidad de dietas saludables, pues sus propiedades tienden a ser beneficiosas para partes de nuestro cuerpo como el hígado. Como con cualquier alimento, debemos saber qué le pasa a nuestro cuerpo cuando consumimos miel todos los días, además de cómo afecta a nuestro hígado.

¿Es la miel un superalimento? Estas son sus propiedades y beneficios y cómo afecta a nuestro cuerpo su consumo

Una cucharada de este alimento posee una gran cantidad de antioxidantes, vitaminas y minerales. Los científicos afirma que sus propiedades son capaces de reducir el riesgo de ataques al corazón, embolias o algunos tipos de cáncer, además de bajar la presión arterial y reducir el colesterol malo.

Además, también tiene cierto contenido de azúcar, pero existen evidencias de que consumir miel en lugar de otros productos azucarados puede reducir los niveles de triglicéridos, así como ser un producto que contiene la bastante glucosa como para elevar el azúcar en la sangre, lo que le hace recomendable para diabéticos.

Otros de sus beneficios van desde ayudar a dilatar las arterias del corazón (lo que aumenta el flujo en sangre) a proteger al corazón del estrés oxidativo o prevenir la formación de coágulos de sangre. Asimismo, ayuda a curar quemaduras y lesiones, ya que ayuda a recuperar el tejido.

Según un estudio publicado en el British Medical Journal, la miel es más eficaz que los tratamientos convencionales en la mejora de infecciones del tracto respiratorio superior, siendo una alternativa económica y accesible frente a antibióticos. De ahí que también sea un alimento recomendable frente a constipados, gripes o dolores de garganta y estómago.

En definitiva, la miel ayuda al buen funcionamiento de muchos de nuestros órganos, como el hígado. Esta parte de nuestro cuerpo, que se encarga de desintoxicar el cuerpo o producir bilis para la digestión, se ve afectada por el consumo de miel, pero de forma positiva, ya que ayuda a mantenerlo y protegerlo. Además, la miel ayuda a la reducción de grasa en el hígado o evitar enfermedades que afecten a este órgano.

Tomar todos los días un poco de miel, siempre que no seamos personas diabéticas, puede hacer que experimentemos la gran cantidad de beneficios de este alimento, así como mejorar nuestra salud hepática (la que tiene que ver con el hígado). Eso sí, como siempre, evitando excesos, puesto que podemos transformar los beneficios en perjuicios para nosotros mismos.

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