Economía doméstica: cómo controlar los gastos del día a día y planificar el futuro

La economía familiar es la rama de la economía que estudia el hogar como una unidad de gestión y actividad económica. Aborda, por tanto, la forma en que las familias gastan, ahorran, se endeudan o invierten sus recursos. Una buena gestión de la economía doméstica es fundamental para satisfacer las necesidades diarias de los miembros del hogar y mantener una buena salud financiera, que permita hacer frente a imprevistos y afrontar los planes de futuro a los que se aspira.

Los hogares son ámbitos en los que conviven y se relacionan personas con un vínculo familiar o afectivo. Para que el desarrollo vital de los miembros del hogar se dé en las mejores condiciones es importante contar con una economía doméstica planificada que permita administrar correctamente los ingresos y gastos.

Esa gestión, que normalmente es responsabilidad del cabeza o cabezas de familia, tiene como fin satisfacer una serie de necesidades materiales (alimentación, vivienda o ropa, por ejemplo) e inmateriales (educación, viajes y ocio, entre otros) de los miembros que conforman el hogar. En definitiva, la economía doméstica es una microeconomía con un presupuesto para cubrir y proveer las necesidades de sus miembros y conseguir una buena calidad de vida.

Cuestión de toda la familia

Como en cualquier otra rama de la economía, un aspecto importante a tener en cuenta son las fuentes de ingresos, que habitualmente provienen del trabajo de los miembros de la familia y deben darse de forma regular para garantizar el bienestar financiero. Por esta razón, es importante que las personas que participen en la economía doméstica, intervengan o no en su generación, conozcan cuáles son estos ingresos y cómo se administran.

La práctica totalidad de las actividades que se dan en el ámbito del hogar tienen una repercusión económica, por lo que es necesario estimar de antemano el impacto que pueden suponer y la capacidad de la economía familiar para cubrirlas. Por ejemplo, algo tan cotidiano como hacer la compra de alimentos semanal incluye las cuestiones que se deben tener en cuenta en una economía familiar. Para llenar la cesta de la compra es necesario contar con un capital (dinero disponible), realizar una planificación (lista de la compra), una estrategia para controlar gastos (investigar dónde comprar al mejor precio) e incluso se puede favorecer el ahorro (aprovechar las ofertas o descuentos del supermercado).

Si alguno de estos aspectos no se ha estudiado con detenimiento se traduce en muchos casos en gastos innecesarios, como pueden ser los denominados gastos hormiga. No en vano, llevar una adecuada gestión de los gastos diarios es el primer paso para lograr una buena salud financiera.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies