Valeria y Daniela Govea escribieron The nanny’s lessons, un viaje de descubrimiento cultural, personal y emocional para padres e hijos alrededor del mundo, de acuerdo con su sinopsis. Desde su lanzamiento en 2022, se mantiene en el Top 100 de Amazon Best Sellers en la categoría Hispanic American Literature & Fiction. Abrir un ‘daycare’ con el que continúen su labor de atender y enseñar a muchos más niños es su objetivo inmediato
Daniella y Valeria Govea son dos maracuchas de 28 y 24 años, respectivamente, madres orgullosas… Aunque todavía no hayan dado a luz.
Hermanas, salieron de Venezuela hace 4 años la primera y 3 la segunda, viven en Atlanta y son niñeras. Pero no unas cualquiera, sino escritoras de un cuento infantil muy requerido por padres norteamericanos que, desde su lanzamiento en 2022, se encuentra entre los más vendidos en Amazon.
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Nacen 2 estrellas
Desde que nacieron, fueron solo ellas. Se criaron en Maracaibo en el seno de una familia comandada por Juan y Cristina, sus padres, quienes las apoyaron en su transición profesional a pesar de que eso implicaría rehacer sus vidas fuera de Venezuela.
La mayor de las hermanas es abogada y la menor es ingeniera química, ambas egresadas de la Universidad Rafael Urdaneta. Sin embargo, desde muy pequeñas tuvieron claro que tenían una inusual conexión con los niños. Las más jóvenes entre los primos, fueron creciendo mientras cuidaban, arrullaban, le cantaban, y enseñaban a los hijos de los mayores. Eran las pequeñas madres perfectas.
«Yo llegué a Estados Unidos en febrero de 2019», dice Daniella, quien agradece que –en su mayoría– la familia reside justamente en la ciudad donde ejercen el oficio de cuidadoras. «Me venía solo por tres meses. Estaba, en teoría, de vacaciones, pero en el país sucedió lo del apagón que duró casi una semana, y que en Maracaibo se sintió una eternidad, y decidí quedarme. No lo pensé dos veces».
Valeria, por su parte, estaba terminando sus estudios. «Era dejar todo sin terminar o graduarme a pesar de la crisis. Decidí lo segundo y resultó lo mejor», señala. «Pisé suelo americano en plena pandemia, en diciembre de 2020», recuerda.
Ambas, con mucha suerte, comenzaron a trabajar inmediatamente, pero no en sus profesiones. Daniela hizo de todo: hostess en un restaurante, housekipping en hoteles y una que otra experiencia más, que no duraron mucho pues ser niñera de una niña muy especial se le presentó como la oportunidad que estuvo buscando desde que salió de Maracaibo. Daniela –por el contrario- llegó a Estados Unidos y fue contratada en un colegio, el Montessori, exclusivo para niños de entre 3 y 6 años de edad
The nanny’s lessons o la Lección de las niñeras
Para nadie es un secreto que en países como Estados Unidos el trabajo obliga a los padres a dejar a sus hijos en manos de otras personas y, de alguna manera, ellas estuvieron en un momento preciso para llenar el vacío de dos familias que necesitaban ayuda con un par de hijos cada una.
«La gente no lo sabe, pero nosotras estando en Zulia, siendo estudiantes, trabajábamos con niños en tareas dirigidas, en workshops especiales de idiomas, hasta en prescolares. Nuestra conexión con ellos es inexplicable; va más allá de nuestra comprensión», insiste.
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